Llega la primavera y con ella nos adentramos en el mundo de color que ofrece la flora de nuestro entorno; lavanda, amapolas, margaritas, jaguarzo, romero, brezo, tomillo, madreselva, etc, etc, dando lugar a una silueta silvestre bellísima. Todo en su conjunto hacen de esta estación un momento idoneo para el festejo y la algarabía, para el cante y el baile, ¡ay!, horas de sol, un sol que castiga la piel a la vez que nos sumerge en unos atardeceres alucinantes.Las Fiestas que ofrece el barrio de Triana a nuestro pueblo es un claro ejemplo de, además de su religiosidad claro está, evocación a los olores y colores, a las habas enzapata, a los caracoles, a los cacharritos, a los maratones de futbito, a las carreras de cintas, a los caballos, burros, mulos y demás, a los caminos, a los chozos, a la amistad, al cante, toque y baile, y a todo un sinfin de momentos y vivencias que hacen de ella ( Fiesta y Romería de San José ) una singular forma de relacionar religiosidad, cultura, folclore y costumbres, así que nada, que las disfruten y,,,
Salud y república.
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