Ayer tarde tuve la ocasión de asistir a la presentación del libro a cuyo título hace referencia el post, rato agradable, donde se pudo comprobar que la palabra, hoy día y más que nunca, es un elemento de verdadera importancia para nuestra salud física y mental, pero que, además, es cuerpo inagotable de referencia para todos/as los/as que queremos expresar nuestro sentir, nuestra manera de ver y apreciar los detalles de la vida, nuestros desahogos personales y colectivos, etc,.
No quiero despedirme sin felicitar de nuevo a Manuel Rubiales, Manué para los/as amigos/as, y sin pronunciar unas breves palabras de José Saramago, " Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos "
Salud, República y Tonioabá al poder.
un abrazo de oso, compañero.
ResponderEliminarSigan aullando, que se vais a comer un rosco jejeje
ResponderEliminarFrito, que rico, oye, pues mi suegra los hace para chuparse los dedos, de verdad, es algo que lo sabe medio Trigueros, lo mismo que sabe otras cosas muy variadas, digo el pueblo, ejemplo, que algunos/as para cambiarse de chaqueta sólo tienen que abrir las puertas de su armario y, con bastante sosiego y sin despeinarse, coger una u otra, según convenga y venga a cuento.
ResponderEliminarEn fin, te puedo decir que roscos me como los que haga falta, pero chaquetas, tan sólo tengo una, vieja, muy gastada y casi sin color, pero, me gusta y no tengo intención ni espero cambiarmela nunca, y usted?.
Saludos.