Toni Rodríguez Cortes y Sña.
Y por que para sentirse Triguereño no hace falta nacer en,, quiero hacer extensible a todo mis lectores/as esta emotiva carta que llega a mi poder gracias a la amistad ( virtual,, ) que nos une,,, un fuerte abrazo amigo y "paisano" y espero que grites conmigo,, ¡ Viva San Antonio Abad ! ¡ Viva Trigueros !
Mi querido San Antonio:
¿Me dejas ser triguereño, aunque solo sea
estos dias?
Quiero que sepas, que no siendo de Trigueros,
en una tierra lejana, hay alguien que te sigue, que te reza y te suplica. Que sabe
de ti, aunque no como quisiera y que ve
llorar a sus padres, cada vez que enero llega.
Quiero que me conozcas, quiero sentirme parte de tu pueblo, de tu gente y de tu
historia.
¿Tú eres forastero? Me han preguntado alguna
vez. Puede ser que si. Si alguien puede explicarme lo que significa forastero. Yo no
he nacido allí, si es por eso lo entiendo.
Pero mis padres si son triguereños. Han
crecido y jugado por las calles de tu pueblo y han estado contigo en los buenos
y en los malos momentos. Se han conocido y se han casado en tu Iglesia y
también te entregaron su ramo i en tu Hermita lo posaron. Enterraron a mis
abuelos y bisabuelos en el camposanto de Trigueros y con mucha pena los
tuvieron que dejar allí, teniendo un día que partir a otro lugar, a otra
tierra, sin saber que en un futuro, serían ellos los forasteros en el pueblo
que les vio nacer. I no solo allí pueden sentirse así, sino también en la
tierra que habitan, que siempre serán emigrantes de un mismo país. A pesar de
todo ello, fueron profetas de su tierra i jamás han olvidado la condición de su
sangre, se sienten con orgullo, triguereños y andaluces de los pies a la cabeza
y han defendido hasta la muerte las costumbres de su gente y de su pueblo.
Siempre me ha costado aceptar el no ser yo Triguereño, con ello viviré y
también moriré, tengo que resignarme a
aceptar mi condición, y aunque me siento querido, sigo siendo forastero en la tierra que mas quiero. Por
que la vida, me ha llevado a eso, a no saber de donde soy, y a tener que vivir
de convicción y sentimiento de una tierra que llevo dentro, por que allí están
mis raíces y la gente que yo quiero.
Para empezar está mi tio, Benjamín Cortés
Pulido, que siempre como a un hijo me trató y por otro mi tía Dolores que la
quiero con locura, por todo lo que me dio y a veces también riñó. Mis primas
queridas del alma, Toñi y Mariló ahora ya casadas, una con Manuel y la otra con
el Pepe y mis dos sobrinos nuevos Lola y el trastillo de Manuel.
Fui creciendo los veranos, por el barrio de
Triana, con amigos como, Ani, Manuel, Fran, Olín, Mari, Toñi, Isabel, Ángeles,
María del mar, Ana belén y uno en especial, mi compañero José Manuel, que ya no
está entre nosotros pero siempre está en mi corazón. La reunión de “los caños”,
que eran los mismos de antes pero se ajuntaron muchos mas entre ellos el Huelva,
Jara, Antonio Abad y mi compadre Vicente, que con fandangos por Huelva y la
guitarra en mis manos muchas noche le dio al cante.
También están los mayores: Ana, Ventura, la otra
Ana, María Antonia, Amelia, Heliodoro, Rosario, Antonia y Manuel, el hermano de
mi tía y a dos que están ya en el cielo, Fernando y José.
También tengo en todo Trigueros gente a quien
nombrar, mi tita Angelita y a su marido Gallego, que tampoco está con nosotros
y no voy a decir como era, simplemente el mejor y el mas bueno. En el
cabecillo, a mi tita Maria Antonia, Bonifacio y su hermana Chari, mas familia
que vecinos de mi padre y de mi abuela. Como no tener presente a la maestra de
mi madre, la querida Isabel rosa y junto
a ella su hija Isabel María y su marido Manolo, con quien compré mi guitarra
mas flamenca y mas bonita, también sus dos hijos Rosa y Manuel, gran familia
sin duda y a los que quiero con locura.
A Cristo y a su mujer Eugenia, a Zoilo y a
Amelia, Domingo y la paca, Rosario y Trinidad y un sinfín de amigos de mis
padres que no son pocos que me aprecian y me quieren de verdad.
A parte de toda esta gente, también están mis
recuerdos. Mis noches en la Reflejos y alguna que otra en Popea, los cubatas en
el patio y las tapas en la Via y en la Isla, mas tarde llego el Cayuco que
luego sería Candela con Jarita y compañía. Y no quiero dejar los toros, que
fueron muchos veranos, corriendo por la calle y montado en el andamio.
Con todo esto y lo que dejo, no quiero que
nadie se enfade, que si alguien no he
nombrado es por falta de memoria, que os llevo a todos conmigo para siempre en
el recuerdo, sobre todo a mi familia que son muchos y aquí no caben todos.
Todo esto es lo que me han dado mis padres,
la mejor de las herencias, el mejor de los recuerdos Y como no, estás tú, el
patrón de trigueros. Así que, con todo esto, mi querido San Antonio:
¿Me dejas ser triguereño, aunque sea solo
esta vez?
Dar las gracias a mis dos hermanas, a mis
padres José María Rodríguez Miralles y
Carmen Cortés Pulido, a mi mujer y a mis niñas, y un recuerdo muy
especial para mi abuela Sebastiana, desde donde me esté viendo, no sin antes
gritar…
VIVA SAN ANTONIO ABAD I VIVA LOS TRIGUEREÑOS
Lo que todavia no entiendo es porque Toni dice que se siente forastero. Creo que es tan Triguereño como el que mas, y este texto lo demuestra aun mas.
ResponderEliminarNo sé si lo leerás Toni, pero que sepas que los triguereños nacemos donde nos da la gana.
Un abrazo y ... ¡Viva San Antonio Abad!.
P.D.: Me lo llevo a Santo y Seña con vuestro permiso.